Hoy te comparto una de las claves de una buena gestión emocional que utilizo mucho en la terapia emocional.
Hay emociones con las que tenemos que lidiar a veces que nos resultan difíciles así que es bueno disponer de ciertas herramientas que nos lleven a transitar por la emoción, en lugar de bloquearla, atraparnos en ella o reprimirla.
Si quieres mejorar tu gestión emocional, puedes ver el video o seguir leyendo.
Si quieres mejorar tu gestión emocional, puedes ver el video o seguir leyendo.
Lo que he ido descubriendo acompañando a las personas en la terapia individual es que la inteligencia emocional crece con la no – lucha con las emociones. En otras palabras hablamos de la rendición o la entrega ante esta emoción.
¿Cuál es la dificultad?
Tenemos miedo a entregarnos porque creemos que si lo hacemos esta emoción nos va a absorbernos como un agujero negro. En realidad es todo lo contrario. Cuando dejas de luchar con una emoción, cuando la permites, ésta se disuelve o baja de intensidad.
¿Cuál es la dificultad?
Tenemos miedo a entregarnos porque creemos que si lo hacemos esta emoción nos va a absorbernos como un agujero negro. En realidad es todo lo contrario. Cuando dejas de luchar con una emoción, cuando la permites, ésta se disuelve o baja de intensidad.
Más luchas contra algo, más ese algo persiste. Y esto te puede llevar a los mecanismos de defensa que impiden que esta emoción se procese. Y esto puede tener consecuencias que seguro que no te interesan. Represión, bloquear, no te interesa, ¿verdad? Es mejor encontrar una manera de surfear por el océano de las emociones.
¿Cómo poner en práctica la no – lucha y mejorar así tu gestión emocional?
La clave es la respiración.
Si puedes sentir la emoción y a la vez respirarla, seguro que podrás transitar por ella más fácilmente.
Nosotros no queremos que nos duela. Somos humanos y queremos evitar el sufrimiento. Por eso nos cuesta dar el paso de sentir y permitir porque creemos que vamos a sufrir mucho más. Nos sorprendemos en la terapia emocional, que cuando permitimos la emoción respirándola, ésa se gestiona y podemos transitar por ella.
Así que cuando estas con alguna emoción difícil, intenta respirar hacia ella. Céntrate en la respiración a la vez que percibas las sensaciones que te produce esta emoción. Dirige el aire hacia ella. Permite estar con ella respirando.
Pronto compartiré más claves de una buena gestión emocional que utilizo haciendo terapia emocional.
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¡Hasta pronto!
Escrito por Asia Drozd
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