Comparación en las redes sociales vs autoestima

Tengo 43 años y tengo arrugas. 

¿Si me gustan? 

Bueno, tengo días de todo… A veces me gustan o no me importan. Hay días que entro en pánico porque veo que cada vez hay más y salgo a comprarme alguna crema o suero anti edad (que luego no utilizo). 

No me pongo maquillaje, normalmente por pereza. Pero hoy en día no hace falta ponértelo para salir con la piel fantástica en las fotos. Es suficiente tener un móvil normalito como el mío, con el modo “Retrato” y click… ¡ya está! Aquí estoy yo, con 10 años menos. Luego lo cuelgo en IG y mis amigas me miraran con envidia preguntándose ¿cómo he conseguido parar el tiempo de esta manera? 

Ponemos nuestra mejor cara, nuestro mejor perfil en las redes. Nuestras sonrisas en familia. Nuestras alegrías profesionales. Nuestra maternidad feliz. Nuestras sabias reflexiones sobre la vida. 

¿Algún problema con esto? 

Ninguno. 

Sólo que a veces es mentira. 

Trabajo como terapeuta emocional desde hace 12 años y me viene mucha gente a la terapia online y en Barcelona con la autoestima afectada porque se comparan con lo que ven en las redes. Dicen: es que cuando miro a los demás, los veo tan guapos / exitosos / alegres… ¡perfectos!… que se me hace evidente mi imperfección y me deprimo. 

¿Pero con quién te estás comparando? ¿En qué basas tu autoestima? No con la realidad, desde luego, sino con algún ideal creado a base de una imagen. 

Me gusta verme guapa. Pero lo que más me gusta es ser sincera. Por eso quiero enseñar mis arrugas porque son la verdad.  

Cuidado cuando miras las redes sociales comparándote con los demás e idolatrándolos. No te dejes engañar. Tu autoestima no está allí. Está en ti, escondida para que la invites a salir y empieces a brillar con tu propia luz.

Si quieres que te acompañe en el proceso de terapia para mejorar la autoestima de una vez por todas, contáctame.