Ayer en la clase de Kundalini Yoga y Gestalt para la autoestima y bienestar emocional hicimos una meditación que se llama “Meditación para el corazón roto”. Después en el espacio de compartir en el grupo, hicimos algunas reflexiones muy interesantes sobre la apertura del corazón.
Es sabido que las rupturas psicológicas causan el mismo efecto en el sistema nervioso como si se hubiera sufrido un daño físico. No se ve sangre pero algo realmente está sangrando por dentro. Es más fácil atender a un daño físico, es algo obvio cuando una herida está sangrando, y rápido intentas pararlo. Pero cuando hay una herida interna y por fuera no se ve?
Todos estamos un poco rotos. Todos hemos sufrido. Nadie tiene el corazón completamente intacto. Para proteger el corazón dañado, nos volvimos insensibles. Desconectamos de las sensaciones del nuestro cuerpo. Esto nos protegió de sentir dolor. Pero también nos impide sentir amor. Al final el amor y el dolor son las dos caras de la misma moneda. Para poder abrirte al amor, tienes que estar dispuesto de sentir dolor. Es decir, para poder abrir tu corazón, tienes que estar dispuesto que te lo rompan, una y otra vez. Y esto da miedo, porque probablemente no quieres sufrir. Así que vuelves a tu cueva emocional, que es segura pero la vida aquí es como un poco… sosa, sin sabor. Vives a medio gas.
Honra las capas de protección que te impiden sentir. Ellas han hecho un gran trabajo. Dales las gracias por estar, por protegerte. Acoge tu miedo a sufrir. Es muy natural que esté allí. Su función es protegerte también. Observa tu vulnerabilidad cuando te despojas de todas estas protecciones, como si fueran piezas de la armadura. Y empieza a caminar sin ellas, vulnerable, tembloroso, desnudo, pero mucho más libre. Haz un pequeño paso, y luego otro. Quién ha dicho que un guerrero es un tío con armas? El mayor valor tiene caminar sin ellas, desnudo y muy pero muy vivo. Sólo así recuperas tu sensibilidad, tu apertura de corazón y tu vida.
La terapia gestalt te ayuda en dar estos pequeños o grandes pasos para sanar las heridas emocionales y abrirte de nuevo al amor, a pesar de poder sufrir otra vez. Cuando sientes y aceptas tu vulnerabilidad, y te permites caminar desarmado, te vuelves poderoso.
Adelante!