¿Por qué hay gente que tiene buena autoestima y gente que tiene la autoestima baja?

La autoestima como todo nuestro carácter se forma en la infancia, en nuestro entorno familiar, con los cuidadores principales que son normalmente los padres. Se puede decir que nosotros crecemos con las miradas. Dependiendo como nos miran, así será la mirada hacia nosotros mismos. También, como nos hablan y lo que nos dicen es importante para nuestro crecimiento. De hecho, la voz exterior de las figuras de autoridad que nos rodean se convierte a la larga en nuestra voz interior. Por ejemplo, a veces se pone mucho énfasis en la imagen. Cuando ya desde pequeño dicen a una niña “que guapa”, “qué vestido tan bonito que llevas”, etc., ella recibe la información que la imagen es algo importante. A eso sumamos las influencias de la sociedad, desde las muñecas Barbie hasta los dibujos animados donde salen las “niñas guapas” que van a la fiesta de princesas. Y así, una niña puede crecer con esta idea que ser guapa es algo muy importante.

Por supuesto nos influyen enormemente los eventos traumáticos en la infancia. Hay algunos más traumáticos, como, por ejemplo, abusos o maltratos, que causan un impacto tremendo en nuestro ser. Una persona que ha sido abusada, crece pensando que no vale porque si lo tratan así, es porque se lo merece. No pone la responsabilidad en el abusador, sino en ella misma.