Salir de un bucle – cuento sobre un pez y océano

Te pasa a veces que te lías tanto en tu propio bucle mental – emocional que no puedes salir, sólo das vueltas y vueltas y cada vez te sientes más perdido, angustiado, desesperado, rabioso?… Estás deseando salir, pero cada vez que lo intentas, parece que es peor? Si este es tu caso, este cuento de Alan Watts te puede resonar.  

Érase una vez un pez que vivía en el gran océano, y puesto que el agua era transparente y se apartaba siempre convenientemente de su nariz cuando él se desplazaba, ignoraba el hecho de que habitaba en el océano.
 
Bien: un día, el pez hizo una cosa muy peligrosa, a saber: comenzó a pensar “Sin duda, soy una entidad notable, pues puedo desplazarme por el espacio vacío”.
 
El pez acabó por confundirse con tanto pensar sobre el moverse y el nadar, y de pronto cayó en un ansioso paroxismo: había olvidado el arte de nadar.
En aquel momento, miró hacia abajo y contempló el abismo oceánico, reparando en la terrorífica posibilidad de precipitarse.
Luego reflexionó: “Si pudiera morderme la cola, lograría mantenerme”.
Así fue como el pez se mordió la cola, doblando la espina dorsal. Lamentablemente, esta no era demasiado flexible, por lo que no pudo mantenerse en esa posición.
Mientras el pez pugnaba por cogerse la cola, el negro abismo se tornaba más y más horrible, hasta que el pobre animal cayó en una profunda crisis nerviosa.
El pez de nuestra historia estaba a punto de abandonar cuando el océano, que le había estado observando con una mezcla de piedad y diversión, le dijo:
– ¿Qué estás haciendo?
– Oh –respondió el pez- tengo miedo de caer en el profundo y negro abismo y procuro morderme la cola para sostenerme.
– Bien -replicó el océano- pues ya llevas un buen rato intentándolo, y sin embargo, no has caído. ¿Cómo es eso?
– Oh, ¡es verdad!, todavía no he caído- repuso el pez-, porque estoy nadando.
– Oye -replicó el océano-. Yo soy el Gran Océano, donde vives y te mueves y puedes ser un pez, y he puesto todo de mi parte para que nadaras, y te sostengo mientras lo haces. Pero tú, en lugar de explorar la profundidad, la altura y las vastedades de mi seno, malgastas tu tiempo persiguiéndote la cola.
Desde entonces, el pez dejó la cola en su lugar (es decir, atrás), y se dedicó a explorar el océano.
Has dudado de ti alguna vez hasta el punto de perder la conexión con tus talentos naturales? A veces haciendo terapia gestalt o practicando meditación nos damos cuenta que la mente puede ser nuestra peor enemiga. Aunque en realidad es una herramienta excelente, maravillosa, cuando se sobreutiliza, puede llevarnos a sentir muy perdidos y desconectados hasta de nuestro propio cuerpo. Como este pobre pez, que de tanto pensar, olvidó el arte de nadar. 
A veces en la terapia gestalt persona quiere solucionar un conflicto que había creado la mente, utilizando la mente: o sea, pensando y pensando, analizando, y dándole vueltas. Y piensa que así es como va a salir del bucle en el que se ha metido. Se puede solucionar con la mente lo que la misma mente ha creado?
 
Los bucles nos obligan de salir de lo conocido y de hacer algo diferente. 
 
Cuántas veces has estado mordiendo tu cola y dando vueltas en el mismo lugar, sin encontrar ninguna solución? Y además, pensando que éso era lo que te mantenía a flote? Desde el miedo haces estas cosas, y con un poco de suerte aparece alguien que te confronta preguntando: Pero qué estás haciendo??? Mira hacia otro lado, mira todas las posibilidades que tienes, son amplias, vastas como un océano! Y entonces… sales  y recuperas la capacidad de nadar con fluidez por la vida. 
 
Si estás en la situación de estar mordiéndote tu propia cola, de dar vueltas sin ver la luz, quizás te interese lo que te propone la terapia gestalt. En las sesiones de terapia potenciarás el contacto contigo mismo y con tus recursos, lo que te puede ayudar a salir del bucle en el que te encuentras. 
Una manera de salir del bucle es mantener tu atención en el cuerpo y potenciar tu consciencia corporal. En ésto puede ayudarte el Yoga. Consulta nuestras próximas clases de yoga. 

14 comentarios en «Salir de un bucle – cuento sobre un pez y océano»

  1. Hermosa lectura creo que es verdad muchas veces nos hundimos solo en nuestro pensamiento con nuestra negatividad y no nos damos cuenta que hay más oportunidades más opciones para salir adelante…

    Responder
  2. Excelente reflexión así es, en su gran mayoría es nuestros pensamientos nuestro peor enemigo o nuevo mejor amigo dependiendo del grado de consciencia.

    Responder
  3. Que hermoso cuento, a veces he perdido la conexión de mis talenros y siento que no tengo ningún recurso, a veces me siento perdida y abandonada pero después de llorar jeje me siento x on nuevas fueras para encontrar mi camino y la conexión con Dios, gracias

    Responder
  4. Hola… Uhhhh cuántas veces me he encontrado cómo esté pez… Mi cabeza no dejá de pensar en un conflicto, situación dando vueltas sobre lo mismo. A veces lo he resuelto “rápido* otras me ha costado muchísimo. Pero acá seguimos trabajando, tratando de cambiar actitudes. Porque a mí??? Pregunta recurrente. Pues ahora es haber para que? Que tengo que aprender? Que no hice o no entendí que está situación se repite? Yo no debo ocuparme de eso… Aprendiendo a ocupar también el lugar que me corresponde mamá, hermana, hija , tía… Preocupándome.,.. sí. Pero tratando de ayudar hasta donde puedo y corresponde. Porque antes por intentar ayudar a todos yo entraba en un gran ” BUCLE” y con el tiempo , la ayuda de mi sicóloga , gente que está cerca uno va corrigiendo algunas cosas. La vida es un camino de aprendizaje constante depende de cada uno de nosotros que actitudes tomemos ante cada situación que se nos presenta… ❣️

    Responder

Responder a yolanda cantu cantu Cancelar la respuesta