La crisis existencial nos puede visitar en cualquier momento de la vida. De repente empezamos a sentir que no sabemos quienes somos, no sabemos a donde vamos ni tampoco cual es el sentido de nuestra vida.
Podemos sentirnos profundamente desconectados de todas las actividades diarias: todo lo que nos animaba antes, ahora no tiene sentido. A veces ni delante de nosotros mismos reconocemos que ni siguiera la compañía de las personas más queridas como nuestros hijos o parejas nos trae satisfacción.
A veces la crisis existencial puede comenzar debido a alguna pérdida que hemos sufrido, a veces viene sin ningún aviso previo, de repente se presenta delante de nosotros sin ningún motivo aparente. Aparente, porque sí que puede haber un motivo aunque no lo detectamos a primera vista.
La cuestión es que nos sentimos vacíos y es una sensación desagradable, por lo tanto el primer impulso puede ser ir a buscar un llenado rápido. Algún placer. Algo. Quizás una relación amorosa. Quizás una nueva actividad. Quizás algún viaje. Estamos en una búsqueda frenética de algo que nos llene. Sea lo que sea. Y a veces lo conseguimos, pero… por cuanto tiempo?
La oportunidad de transformación comienza cuando nos paramos delante de nuestro vacío existencial y lo reconocemos. Pararse y poder sentir el vacío requiere valentía. A veces llegamos a este punto forzados por la desesperación: porque hemos intentado con todas las fuerzas llenarlo y no lo hemos conseguido. Afrontamos el vacío y de alguna manera nos rendimos ante él, reconociendo que si, en estos momentos forma parte de nosotros. Si podemos hacerlo, sólo eso vale más que todos los intentos de llenarlo.
Puede ser que sea eso es lo que más tememos, porque imaginamos que afrontando la crisis, las cosas pueden empezar a cambiar demasiado. Quizás tenemos miedo que el vacío puede revelar algo, una necesidad de transformación en nuestra vida. Quizás un cambio profesional, quizás un cambio en relaciones, o en nuestras ideas o valores. No siempre queremos cambiar. Más bien queremos que el vacío desaparezca sin tocar las cosas demasiado.
En la Terapia Gestalt Transpersonal vemos la crisis existencial como una oportunidad de transformación interna. Nos dedicamos a revisar varios aspectos de tu vida para poder comprender que es lo que necesitas en estos momentos y para que tú mismo puedas descubrir y valorar si hace falta introducir algún cambio a nivel externo.
Contáctame si tienes cualquier pregunta sobre la crisis existencial o la Terapia Gestalt Transpersonal.