El vacío existencial o una crisis existencial llega a nosotros a veces después de una crisis personal (ruptura de una relación, muerte de un ser querido, quiebra de un negocio) pero no necesariamente así. A veces ocurre a personas muy exitosas que a pesar de tener aparentemente todo, empiezan a sentir un profundo vacío y falta de satisfacción. Aparecen preguntas que antes no estaban presentes, tales como: “Cuál es el sentido de mi/la vida?”, “De qué va todo esto?”, “Quién soy yo?”, “Porqué a pesar de tenerlo todo, no soy feliz?” La sensación de vacío puede estar acompañada de síntomas tales como tensión nerviosa, cansancio, alteraciones digestivas, insomnio, etc.
Puede darse un intento de “acallar” estas preguntas existenciales e intentar llenarse con cualquier placer, o buscar frenéticamente actividades con la esperanza de encontrar en ellas un alivio a esta sensación que quema por dentro con una intensidad nunca antes experimentada. Algunas veces se logra calmarla, aunque sea por un rato, pero normalmente vuelve a crecer como la cabeza de un dragón malvado. Normalmente la persona no sabe que está pasando, lo que sí que sabe es que lo que tiene, no le basta y lo que podría llenar este vacío es algo de diferente magnitud que ha experimentado hasta ahora. Este vacío difícilmente puede ser llenado por un simple placer, ni siguiera por un placer más rebuscado. La cualidad de los placeres de este mundo es que son efímeros: aparecen, se disfrutan y desaparecen. En esta etapa de la vida es vista con claridad esta intermitencia. “Antes disfrutaba de todo, ahora parece que no me satisface nada”, “Necesito algo más!” – estas son las palabras de la persona que está despertando.
La crisis existencial puede parecer a algunos una desgracia, pero algunos sabios lo llaman “un beso desde dentro” o “un beso de dios” o “despertar del corazón”. Es difícil verlo como algo positivo, pero en efecto lo es. Algo está despertando. Algo maravilloso está empezando a ocurrir. Empieza una búsqueda. Comenzamos a buscar, y de una u otra manera llegamos a un convencimiento intuitivo que este vacío sólo puede ser llenado por algo que no pertenece exactamente a este mundo, o al menos este mundo no puede llenarlo del todo.
Lo importante es dar espacio que esta búsqueda ocurra. No te sé decir como exactamente será. Lo que sí que sé es que estás siendo llamado a descubrir algo que está más allá de tu percepción ordinaria del mundo. Este “algo” puede ser llamado Dios, Lo Absoluto, La Consciencia Suprema, la Verdad, Si Mismo o… Tu Mismo. Lo que sí que te puedo asegurar, por mi propia experiencia, que será un viaje extraordinario que hará que tu vida recobre un sentido que nunca te hubieras imaginado que podría tener. Eres un afortunado, aunque todavía no lo sabes. Eres llamado a revelar lo máximo a lo que un ser humano puede aspirar a revelar. Así que espero que tengas coraje de no dar la espalda a Eso que ha encendido esta llama en tu corazón y devuelvas ese beso interno.