Emociónate! La gestión de las “buenas” y “malas” emociones

risaSegún la Terapia Gestalt existen 4 emociones básicas: rabia, miedo, tristeza y alegría. Las demás emociones son sus derivadas: por ejemplo la ansiedad e inseguridad estaría dentro del miedo, sentirse “de bajón” o “depre” estaría dentro de la tristeza, sentir entusiasmo – dentro de la alegría, “estar molesto” o irritado –  dentro la rabia, etc.

Lamentablemente, lo que aprendemos muchas veces durante la vida es reprimirlas. El niño expresa libremente la rabia, la tristeza, la alegría. Durante nuestra infancia y adolescencia recibimos varios mensajes directos e indirectos de nuestro entorno más cercano: de los padres, de la familia, y también de la sociedad. El mensaje puede ser  p.ej. “sentir rabia es malo”, “los hombres o lloran”, “las chicas buenas no se enfadan”, por la tanto aprendemos a reprimir consecuentemente las emociones. No queremos expresar, nos frenamos. Puede quemarnos por dentro el fuego de la rabia, o dolernos la cabeza por culpa de las lágrimas no exteriorizadas, nosotros manteniendo nuestras caras imperturbables diremos: “No pasa nada…”

Parece que en nuestra cultura hay algunas emociones que son “bien vistas” y otras – no tanto. La sociedad mediante la publicidad nos vende una imagen de una persona siempre sonriente, exitosa, fantástica, que está comiéndose un yogur mientras también atiende a los niños con alegría, da un beso a su marido igual de sonriente que ella, se va a su maravilloso trabajo de ejecutiva y allí también sigue sonriendo rodeada de sus compañeros igual de alegres. “Jo, esta mujer no se enfada nunca, yo quiero ser como ella, mira que bien le va todo!”. Aunque no nos damos cuenta, nuestra mente registra estos mensajes sutiles y así empieza a florecer un ideal irreal y una base de represión del flujo natural de emoción.

Una emoción es energía de cierta vibración. La materia es energía con otra frecuencia de vibración. Si no nos damos la posibilidad de expresar las emociones, estas pueden “quedarse incrustadas” dentro de la materia y provocar, a la larga, molestias o incluso enfermedades. Varios investigadores asocian el cáncer a un tipo de emoción. Se han llevado a cabo investigaciones que han probado que muchos canceres se sanan por si solos, sin ni siguiera la persona enterarse que tenía una enfermedad. Estos científicos aseguran que estas personas consiguieron sanar una determinada emoción asociada al tipo de cáncer que tenían y por esta razón no se produjo el desarrollo de la enfermedad. Las terapias con enfoque holístico tales como las Flores de Bach ayudan a sanar las emociones a nivel energético, lo que tiene también un efecto positivo a nivel físico y psicológico.

Según la Terapia Gestalt no hay sentimientos buenos ni malos. Todos son simplemente varias expresiones de nuestro sistema emocional, estrechamente relacionado con el sistema mental y corporal. La manera que las juzgamos depende de nuestro sistema de valores y es totalmente subjetivo. Es importante encontrar manera de reconocerlos y expresarlos. Ahora: mi libertad está limitada por la libertad del otro. Quizás no elija, pues, expresar mi rabia pegando a alguien (aunque si puedo darme cuenta que tengo ganas!). Quizás pueda encontrar otra manera de gestionarla (pegar un cojín funciona muy bien!). Sin embargo, cuando nos arriesgamos a ser un poco más trasparentes hacia los demás, cuando nos abrimos y nos atrevemos a hablar de nuestros sentimientos, casi en seguida nos damos cuenta como mejoran nuestras relaciones volviéndose más auténticas y más ricas, ya que invitamos al otro que también se abra hacia nosotros. A partir de allí se puede producir un verdadero contacto, desde lo real, desde la libertad y autenticidad.

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